A primera vista, Gata encerrada podría parecer la historia de una generación frustrada, a través del retrato de Melisa, una joven que vive en Cuba a finales de los años 80. [...] Con ese pretexto, Daína Chaviano nos introduce en un espacio en el que ya ha demostrado moverse como pez en el agua: la fantasía, los sueños, las alegorías y la indagación en los misterios más recónditos de la mente humana. Para ello recurre a la presencia de sombras que se mueven en un no-espacio, mientras observan a las criaturas mortales en espera de reencarnar; a templos milenarios donde los dioses reciben extraños sacrificios; explora la presencia de criaturas como hadas y dioses del Neolítico; y valora la magia sutil, pero cierta, de la condición femenina. (Texto completo en PDF).