Daína Chaviano (Autor)

En esta obra, mezcla de lo fantástico y un realismo crudo, Chaviano inserta y se apropia, de forma directa e indirecta, de lo que podríamos denominar el Canon Cubano. De este modo, Chaviano se cuestiona, y reinterpreta la historia oficial cubana, tanto de la Revolución como de la República, y a la vez pone en evidencia los discursos masculinos y patriarcales que la han dominado. Lo más notable es la manera en que Chaviano logra esto, vía su adopción y apropiación del contrapunteo como técnica literaria. [...] Si el punto guajiro representa el contrapunteo popular cubano más conocido, la obra de Fernando Ortiz, Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar, es el mejor ejemplo del contrapunteo intelectual, precisamente por su textualidad. [...] En El hombre, la hembra y el hambre, Chaviano vuelve a la obra de Ortiz y al contrapunteo para presentarnos a dos hombres cubanos que compiten por la palabra y por la misma mujer. Podríamos decir, entonces, que Chaviano se apropia de la tradición cubana del contrapunteo a varios niveles. (Texto completo en PDF).